jueves, 2 de julio de 2009

Nos salvamos

viajábamos mis tres hijos, una mujer parecida a winona rider que manejaba y yo en un vehículo renault 11 (mismo modelo que tiene mi ex en este momento pero de color bordó)
Subíamos una pendiente de una sola mano muy estrecha, parecida por ese detalle a una extensa subida en l calle esandi que esta asfaltad de una sola mano y que al final tiene un terrible poso muchas veces imposible de esquivarlo porque vienen autos de frente. Esto mismo sucedió en el sueño agravado porque la conductora manejaba muy rápido y como desafiando a los pasajeros que nos quejavamos por la velocidad y la inconsciencia de la forma que manejaba esquivando vehículos de frente o superando los que venían delante sin respetar el transito ni las condiciones del camino.
Cuando se termina la subida el paisaje cambia y nos encontramos en una curva cerrada mas de noventa grados igual a la "curva de bariloche" en la subida al cerro otto.
Una mala maniobra hace que le auto se despiste, de una vuelta en el aire y comience a caer pero como si fuese un precipicio o si hubiésemos sido lanzados al vacío.
Con mucha desesperación empecé a buscar a Luki, mi hijo menor, a quien enseguida encontré. Les pedí a mis hijas y la conductora que hagamos una especie de paraguas humano de forma que luki pudiese llegar sano y salvo a una playa que comenzaba a verse abajo. Nos unimos en un abrazo parecido al que hacen los paracaidistas pero mucho más cerrado sosteniendo a mi hijo en el medio. Llegamos a la playa y aterrizamos como si verdaderamente tuviésemos paracaídas en una playa que termina siendo la parte de atrás del hotel llao llao en la costa oeste del moreno chico, lugar donde siempre íbamos de camping cuando eramos chicos, y que luego en el último año que estuvimos en bariloche antes de irnos a estudiar fuimos un par de veces con mi ex y en una de esas oportunidades ella junto una semillas de cequoia con el objeto de conservarlas y sembrarlas algún día que tuviésemos un terreno y casa propios.
Como no escuchamos el ruido o estruendo del vehículo caer entre las lengas y ñires comenzamos a caminar hacia el norte por la playa y el paisaje cambia nuevamente a uno que no conozco pero si Quimey (posiblemente) que el año pasado se fue de viaje de egresados a Brasil, entonces me decía que esa era la playa "Brasil grande" no se si existe pero así quedo dicho en el sueño. Caminamos hasta dar un breve vuelta y encontrarnos con esa playa pero no con el vehículo lo que significaba un problema porque ahí estaban nuestras pertenencias y entre ellas las llaves de la casa a donde no podríamos entrar sin ellas.
Finalmente decidimos volvernos pensando que no eran importantes dentro de todo, y mas considerando de lo que nos habíamos salvado sobreviviendo al accidente, ya que muchas veces habíamos entrado anteriormente a la casa por la ventana.

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